sábado, 3 de julio de 2010

LA COMPUTACIÓN EN VERACRUZ

Han pasado 30 años desde que vendimos la primera microcomputadora en el sureste de México, específicamente, en Córdoba, Veracruz. ¿Por qué aquí?

La década de los 70´s fue muy representativa para la computación. Se sembró la semilla de lo que se volvería una explosión en la década de los 80´s, que en sus postrimerías tuvo un estancamiento, pero que retomó sus fuerzas para los 90´s y que ha sido maravilloso, excitante y vertiginoso en el nuevo milenio.

En esa época, en México sólo podíamos adquirir equipos considerados mini-computadoras que tenían capacidades limitadas, relativamente, pero mucho más accesibles que los equipos enormes que utilizaban compañías Bancarias, PEMEX o empresas de similar tamaño.

Nuestro estado de Veracruz estaba absolutamente rezagado. Las compañías importantes no tenían computadoras como tal, sino acaso equipos de registro unitario; es decir, de tarjetas magnéticas que realizaban operaciones una por una: Un cliente, un artículo del almacén, el pago de la nómina a un empleado, etc… o equipos lentos, de poca capacidad, demasiado costosos.

Por ejemplo, la industria azucarera, con gran presencia en la región, tenía que actualizarse ya que tanto en el campo, como en la fábrica, las transacciones que se realizaban cada día, era más difícil hacerlas “a mano” o con ese tipo de equipos, por la carga de trabajo y el tiempo.

A finales de Septiembre de 1978 ya graduado como Ingeniero en Sistemas Computacionales (ISC 77) recibí una invitación de mi familia que, a través un tío, me propusieron encargarme del área de sistemas de lo que sería la PRIMERA EMPRESA DE SERVICIOS DE COMPUTACIÓN del SURESTE DE MÉXICO, con un equipo moderno, de la más reciente tecnología, y poder ofrecer servicios a quienes no podían adquirir uno, y que se utilizaría para dar atención a empresas familiares.

Así es que, junto con uno de mis primos, Rodolfo Cordera, iniciamos desde “cero” la modernización de las instalaciones, la selección del equipo, el programa de capacitación, y el plan de negocios de esa original empresa, para la década de los 70´s.

El equipo, de 64 K de memoria RAM, e impresora de alrededor de 200 Líneas por minuto, originalmente lo ofrecieron para entregar en 10 meses, pero tardó más de un año en llegar, y mientras preparábamos al personal y concluíamos con las adecuaciones de la oficina, al tiempo que iniciábamos la programación especializada para la agroindustria de la caña de azúcar.

En Enero de 1979, en la ciudad de México, nos preparábamos en la operación y programación del equipo –por cierto, que fue la primera vez que pude ver a Juan Pablo II en su visita a México, aunque fuera de muy lejos- cuando ví en el periódico el HERALDO un anuncio de un equipo RADIO SHACK TRS-80.

Este equipo tenía la fabulosa capacidad de 48 K caracteres de Memoria RAM, podía tener una impresora de 60 líneas por minuto y 4 unidades de disco flexible con capacidad total de 320 k caracteres y con eso podíamos procesar, en lenguaje BASIC con sistema operativo DOS, las operaciones más importantes de las empresas como Contabilidades, Nómina, Inventarios, Cuentas por Cobrar, etc…

Después de incontables rechazos naturales, ya que todo esto significaba un enorme cambio en la cultura empresarial, varias compañías aceptaron que les maquiláramos su información: Más, al pasar el tiempo, se animaron a comprar equipos similares.

En ese momento todo el material estaba en inglés, por lo que tuvimos que traducir los libros al español, abrir cursos de Computadoras para principiantes, ejecutivos y Técnicos; Preparar Operadores de computadoras y, por supuesto, programadores.

Muchos de nuestros alumnos y colaboradores fueron, posteriormente, directivos o funcionarios de computación, o en lo general, de empresas de la región. Inclusive crearon sus propias empresas de computación.

Fueron épocas intensas en las que no había día y noche; se trabajaba en todo un cambio cultural, agraciadamente bien recibido ya que abrimos, posteriormente, al crear KRATOS, oficinas en Tuxtla Gutierrez y en Veracruz, expandiendo el uso de las microcomputadoras.

Ahora, a 30 años de ese acontecimiento, vemos la velocidad con la que han incrementado capacidad, velocidad y usos de las computadoras: ¡Imaginemos la radio, la televisión, los periódicos, los hospitales, el gobierno,… las empresas en general, sin el acceso a equipos de cómputo.

Es impresionante que en una computadora de mano o en un teléfono móvil se pueda tener desde 2 hasta 32 Giga bytes que representa varios cientos de miles de veces la capacidad que aquellas sensacionales y útiles computadoras.

Recientemente un amigo me envió el anuncio, de los años 70´s, de un disco duro de 8 Mega bytes con un costo, tan sólo el disco, de $12,000 dólares. Hoy, esa capacidad podría lograrse con $8 Dólares.

Y ¿Qué viene?
Según Tom Friedman, los 10 trabajos más solicitados en el 2010 no existían en 2004.
O sea, que hoy debemos –o estamos- preparando jóvenes para trabajos que AÚN NO EXISTEN, que usarán tecnologías que AÚN NO EXISTEN, para resolver problemas que AÚN NO LO SON.

Y transformar nuestra forma de vida, pues la tecnología ayuda a reducir los costos, como el caso de que el papel electrónico será mas barato que el papel físico.

En 2013 la SUPERCOMPUTADORAS tendrán más capacidad que un cerebro humano; Para el año 2023 una computadora de sólo $1,000 dólares tendrá esa capacidad y, para el año 2049 una computadora de $1,000 dólares sobrepasara las capacidades de TODA LA HUMANIDAD.

¡Impresionante! ¿No?

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